lunes, 7 de enero de 2008

Manifiesto Celsius-3º


Demandamos horca y electroshock a la mente enferma que sospechó sublime la idea del pantalón chupín como elemento indispensable en el guardarropa de ésta temporada.
Cadalso y azote! Hasta que la idea se le quite.

Sin anestesia (primera entrega)

a) Habremos tenido, no sé, 20 años? Luego de una larga sesión de producción (mas de ellas que mía, como siempre) salimos a la calle, caminábamos hasta el boliche. Yo, me sentía una diosa. Luego de muchas dudas me había calzado unos tacos altísimos, y una minifalda diminuta, todo moooy ajustado, se usaba así en esa época. Me escoltaban: mis amigas J y A ninguna de las dos pasa el metro sesenta. Yo 1,72 + tacos de 7cm, vayan haciendo una composición del paisaje.
Ellas todo el tiempo alabándome lo linda que estaba, repitiendo hasta el cansancio que les parecía bárbaro que me haya decidido a vestirme un poco de perra alguna vez. En eso se acerca un auto, despacito, lleno de pendejos, uno de ellos saca medio cuerpo por la ventanilla, y me grita:- Mameeeeta!! Que fuerte estás! Cris Miróoooo!!!.
Secuelas
: nunca más me vestí de perra, o de eso que estaba vestida. Al menos nuca más vestida así con esas dos enanas que tengo por amigas como acompañantes, que sólo sirvieron siempre para que yo parezca el doble de lo grandota que ya soy.
Aclaración: yo te juro que estaba linda!

b) Luego de semanas y semanas de mirarlo, averiguar su teléfono, perseguirlo por la peatonal, descubrir donde vivía, como se llamaba, de dónde había venido, espiarlo y todas esas cosas que hacíamos cuando éramos pendejas (y no tanto, confesémoslo de una vez!). Decidimos en una evaluación grupal que estaba bueno, muy bueno, recontrabueno, unánime la cosa, pero que era un forro de mierda. Acordamos también que nadie le daría bola, nunca. Por creído!. Claro, era fácil prometer eso sabiendo que era él quien no nos daría bola a nosotras jamás.
Y, entonces sucedió, una noche medio descontrolada de frío y arena, llena de gente en una carpa improvisada como pista de baile, se acercó y me invitó a bailar. Rescindí el contrato, sin que se me mueva un pelo, sin ningún tipo de cargo de conciencia le dije:- bueno- sin ponerme colorada. Me quedé con él toda la noche, haciéndome la que no sabía nada de su vida, sorprendiéndome falsamente de su complicadísimo apellido Yugoslavo, preguntando con intriga que estudiaba y de que lugar era, aunque toda la data hace rato estaba archivada en mi disco rígido y en el de todas. Cuando ya nos íbamos me pregunta donde vivo y si me molestaba si pasaba alguna vez por casa a visitarme (recordemos que el celular en aquella época era una extravagancia). Molestarme? Claro que no, nonononononono!. Le pasee las coordenadas con inmejorable precisión y así quedamos.
Todas lejos de enojarse, me felicitaron por el pique, todavía no sabíamos si el pez era nuestro (mío). Y entonces ante mi duda y mi escepticismo ante un futuro exitoso N. se despacho con un: -Pero Lady, cómo que no? Cuantos lindos anduvieron con feas!!!!.
Secuelas: gracias a este tipo de intervenciones y a la manipulación mental a la que fui sometida por mis hermanos es que cuento hoy con una autoestima inquebrantable.
Aclaración: Y pesqué nomás, y me dio bola, y estuvimos de novios 2 años! Él y yo, porque las otras juran que les dejó de gustar en el acto, aunque sobre eso también tengo anécdotas.

c) La noche que nos conocimos con A. (mi esposo, no mi amiga), en el cumpleaños de el hermano de A. (ésta si, mi amiga). Yo estaba muy prolija porque la noche anterior había tenido un casamiento y me había retocado con esmero en la peluquería. Es decir, mis rulos estaban domados bajo la maniobra precisa del brushing y la planchita. Él me charlo toda la noche, me pidió el teléfono y un par de días después me invitó a salir. Quedamos en ir a tomar una cerveza o comer algo rápido por ahí cerca porque yo argumenté estar estudiando a full (esa es otra historia larguisima, por ahora nos quedamos con esto), laburaba temprano y era día de semana. El aceptó y al rato estuvo en la puerta de casa. Impecable. Él, claro. Yo seguía con jean, zapatillas dibujadas íntegramente por mí (con la bic) y una remera negra, como estaba en casa cuando llamó. Los pelos en su versión más genuina. Me saludó, hizo una pausa me miró de arriba abajo y ahí en el instante en el que pensé que se venía el piropo soltó: -Bueno, parece que se rompió el hechizo!.
Secuelas
: Un día nos casamos.
Aclaración: Entendés? Un día nos casamos!!!

Continuará............

jueves, 3 de enero de 2008

Vacaciones


Quiero, quiero, quiero río!!
Tereré helado, poco sol (sobre mi cabeza), menos calor.
Fernetitos bajativos, con las patas para arriba, en la reposera, sobre el pasto.
Playa temprano o muy tarde, cuando nadie ha llegado o después del último.

Castillos de arena.
Asado y vino. Milanesas de surubí, oh! si si.
Música, cómo no?. De la suya, de la mía y de la nuestra.

Cervezas vestidas de novia. Unas cuantas, sino ni gracia.
Nos espera la casa del río, por supuesto.
Atrás multitudes! ni se atrevan.
Mucha paz y nosotros tres. Que después nos multiplicamos en 8,10, 15....siempre así.
Falta poco, aguante Lady!
Falta nada

martes, 1 de enero de 2008

2008

Mis deseos:
Salud, salud, salud.
Previsible, ya lo sé.
Sólo eso, todo eso.
El resto, se pilotea o esperaremos para mendigárselo al 2009.
Un abrazo, dos besos (como es costumbre acá) y un balde de optimismo.