Cada vez que meto mano en un código HTML, no deja de fascinarme como letras, números, símbolos y espacios se convierten en una página web.
Es increíble como alterando una letrita o un número podemos lograr grandiosos resultados.
Hoy pensaba que estaría muy bueno si, usando la misma técnica, pudiéramos cambiar algunas situaciones para que el template de nuestra vida quedase bien cool. A saber:
- Si me estoy meando y me queda una cuadra para llegar a casa, que la esquina esté despejada. Y no como siempre que me retiene esa interminable cola de autos.
- Si tengo algún evento al cual preciso ir vestida de manera especial, que el clima se mantenga inalterable. Y no que a último momento se descuelgue un cambio drástico, y junto con el, caóticas inspecciones por mi escueto guardarropa en busca del atuendo suplente.
- Si estoy con el tiempo justo para bañarme y salir, encontrar la ducha calentita y reconfortante. Y no, el termotanque (gigante) apagado.
- Si presto un libro, que me lo devuelvan. Y no, cada vez que quiero ofrecer o releer uno, tener que estar haciendo memoria a quién se lo presté para hacer el reclamo acertado.
- Si hago dieta, que me coincida justo con algún mes donde la abstinencia no sea dolorosa. Y no, con uno lleno de eventos y cumpleaños y casamientos imprevistos.
- Si el vencimiento de la tarjeta es el 5, cobrar el 4 (o antes). Y no como viene sucediendo que cobro un par de días después.
- Si voy a nadar, encontrar un carril vacío y sereno. Y no, dos morsas rehabilitándose de sus cardiopatías, una rezagada del curso de natación reforzando sus prácticas, una anciana zigzagueando de lado a lado y todo, todo este dulce montón en el único y escueto espacio libre que queda entre dos andariveles.
- Si mi marido entra a bañarse, que ponga la ropa sucia que se acaba de sacar en el canasto. Y no, desperdigada graciosamente por todo el piso del baño.
- Si la nena no da mas de sueño y se pone chinchuda, que le de lo mismo hacer noni con papá que con mamá. Y no, como se le dió por hacer ahora, que si no es conmigo y mis pobres huesos doloridos, no hay caso, no duerrrrme.
- Si entro a una casa a comprar esa prenda que vi en la vidriera, tengan mi talle y además en varios colores. Y no, una pelotuda que me anuncia que en mi talle no viene (que?! No existe? no tienen?).
- Si voy a cenar a algún lado que promociona música en vivo, encontrar una mesa alejada de los bafles. Y no, una silla espalda con espalda con esa monumental caja negra taladrándome el marote.
- Si mi marido decide juntarse con amigos a ver NBA, que lo hagan, que morfen y se mamen hasta el amanecer, pero solos, sin esposas. Y no como suele ocurrir, que vienen acompañados y tengo que quedarme a hacer el cumplido, en lugar de estar en la cucha mirando cualquier otra cosa que no incluya pelotas
- Si vamos a ir a alguna parte a pasar el día, el tema sea subir al auto y partir, sin vueltas. Y no ir parando en: farmacia, verdulería, carnicería, carbón, hielo, postre….y, la puta que te parió, el diario también quiere.
- Y claro, si el almanaque marca el inicio de la temporada otoño-invierno, que despunten días frescos y soleados. Y no la combinación nefasta lluvia+calor+100%humedad de la mesopotamia Argentina, que me alinea miles de gotas de transpiración, resbalando cadenciosas conforme a la ley de la gravedad.
Ya me iré acordando de otras situaciones, y actualizaré. Total, acá si puedo cambiar la cosa hasta el empacho.
Es increíble como alterando una letrita o un número podemos lograr grandiosos resultados.
Hoy pensaba que estaría muy bueno si, usando la misma técnica, pudiéramos cambiar algunas situaciones para que el template de nuestra vida quedase bien cool. A saber:
- Si me estoy meando y me queda una cuadra para llegar a casa, que la esquina esté despejada. Y no como siempre que me retiene esa interminable cola de autos.
- Si tengo algún evento al cual preciso ir vestida de manera especial, que el clima se mantenga inalterable. Y no que a último momento se descuelgue un cambio drástico, y junto con el, caóticas inspecciones por mi escueto guardarropa en busca del atuendo suplente.
- Si estoy con el tiempo justo para bañarme y salir, encontrar la ducha calentita y reconfortante. Y no, el termotanque (gigante) apagado.
- Si presto un libro, que me lo devuelvan. Y no, cada vez que quiero ofrecer o releer uno, tener que estar haciendo memoria a quién se lo presté para hacer el reclamo acertado.
- Si hago dieta, que me coincida justo con algún mes donde la abstinencia no sea dolorosa. Y no, con uno lleno de eventos y cumpleaños y casamientos imprevistos.
- Si el vencimiento de la tarjeta es el 5, cobrar el 4 (o antes). Y no como viene sucediendo que cobro un par de días después.
- Si voy a nadar, encontrar un carril vacío y sereno. Y no, dos morsas rehabilitándose de sus cardiopatías, una rezagada del curso de natación reforzando sus prácticas, una anciana zigzagueando de lado a lado y todo, todo este dulce montón en el único y escueto espacio libre que queda entre dos andariveles.
- Si mi marido entra a bañarse, que ponga la ropa sucia que se acaba de sacar en el canasto. Y no, desperdigada graciosamente por todo el piso del baño.
- Si la nena no da mas de sueño y se pone chinchuda, que le de lo mismo hacer noni con papá que con mamá. Y no, como se le dió por hacer ahora, que si no es conmigo y mis pobres huesos doloridos, no hay caso, no duerrrrme.
- Si entro a una casa a comprar esa prenda que vi en la vidriera, tengan mi talle y además en varios colores. Y no, una pelotuda que me anuncia que en mi talle no viene (que?! No existe? no tienen?).
- Si voy a cenar a algún lado que promociona música en vivo, encontrar una mesa alejada de los bafles. Y no, una silla espalda con espalda con esa monumental caja negra taladrándome el marote.
- Si mi marido decide juntarse con amigos a ver NBA, que lo hagan, que morfen y se mamen hasta el amanecer, pero solos, sin esposas. Y no como suele ocurrir, que vienen acompañados y tengo que quedarme a hacer el cumplido, en lugar de estar en la cucha mirando cualquier otra cosa que no incluya pelotas
- Si vamos a ir a alguna parte a pasar el día, el tema sea subir al auto y partir, sin vueltas. Y no ir parando en: farmacia, verdulería, carnicería, carbón, hielo, postre….y, la puta que te parió, el diario también quiere.
- Y claro, si el almanaque marca el inicio de la temporada otoño-invierno, que despunten días frescos y soleados. Y no la combinación nefasta lluvia+calor+100%humedad de la mesopotamia Argentina, que me alinea miles de gotas de transpiración, resbalando cadenciosas conforme a la ley de la gravedad.
Ya me iré acordando de otras situaciones, y actualizaré. Total, acá si puedo cambiar la cosa hasta el empacho.
1 comentario:
No podemos retocar, como cuando uno retoca los pixeles de una foto, el diámetro de alguna porción corporal?
Otra cosa que sería bueno cambiar es el color de las luces de los semáforos, de manera que siempre nos den paso.
Y claro, no podía faltar, sacaría todos los niños de la calle...
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