Che, ando mal! Mal del bocho digo, detallo:
Situación A: Voy a ver un partido de A., justo en el momento en que hacen una buena jugada, de esas que en la cancha todos hacen ohhhhh al mismo tiempo, yo estaba abocada a la tarea de ponerle nuevamente las zapatillas a la india de mi hija. Entonces me doy vuelta, me acomodo y mientras el partido sigue, yo me quedo mirando el aro, atenta, esperando que? La repetición!!!!! No, no es joda, me quedé esperando el bis como en la tele.
Situación B: Una amiga a la que veo cada tanto tuvo su beba, semanas antes dedicamos como una hora al tema del nombre y ella nos explicaba que le pondrían Ana porque también les resultaría fácil de pronunciar a sus yanquies suegros, me pareció piola de su parte y me gustó el nombre, corto, simple, femenino. Bien, la semana pasada nació la criatura y yo fui y le compré un hermoso conjunto celeste y, es más, le comenté a la vendedora que el chico se llamaría Facundo. Por qué?????
Situación C: Nuestros amigos P. y R. vinieron hace unos días atrás a pasar el fin de semana largo del 9 de julio con nosotros. Fuimos a Paso de la Patria, la pasamos bárbaro a pesar del mal tiempo. Hace un par de días llamaron y nos enteramos que el 13 de julio (apenas unos días después) fue el cumple de P. No sé si hablamos de eso, de la proximidad de su cumple. No sé si él comentó que en unos días cumplía años. Hay una laguna en mi cabeza que no recuerda haber mantenido esa conversación. La cosa es que nunca lo saludamos. Pero hoy seguro se recibe, porque hoy rendía la última, aprovecho, lo escribo y lo felicito, porque seguramente en un rato se me olvida.
Situación D: Llevo compradas aproximadamente 10 cintas adhesivas en lo que va del año. Las ocupo una vez y jamás puedo volver a encontrarlas, en cada ocasión me concentré y dije: ojo, la guardo acá así la próxima la tengo a mano. Me resulta imposible recordar cual era ese lugar tan práctico. Intérnenme!
Situación E: Cada vez (y créanme que son muchas) que me enfrento a los signos <> debo hacer un esfuerzo titánico para saber cual es el mayor y cual el menor. Lo triste es que me inventé hasta historias relacionada a lo cóncavo y lo convexo para que me auxilien de ayuda memoria y tanto esmero sólo sirvió para que ahora dude también de las curvas.
y….son más, muchas más. Tantas que podría completar el abecedario.
Situación A: Voy a ver un partido de A., justo en el momento en que hacen una buena jugada, de esas que en la cancha todos hacen ohhhhh al mismo tiempo, yo estaba abocada a la tarea de ponerle nuevamente las zapatillas a la india de mi hija. Entonces me doy vuelta, me acomodo y mientras el partido sigue, yo me quedo mirando el aro, atenta, esperando que? La repetición!!!!! No, no es joda, me quedé esperando el bis como en la tele.
Situación B: Una amiga a la que veo cada tanto tuvo su beba, semanas antes dedicamos como una hora al tema del nombre y ella nos explicaba que le pondrían Ana porque también les resultaría fácil de pronunciar a sus yanquies suegros, me pareció piola de su parte y me gustó el nombre, corto, simple, femenino. Bien, la semana pasada nació la criatura y yo fui y le compré un hermoso conjunto celeste y, es más, le comenté a la vendedora que el chico se llamaría Facundo. Por qué?????
Situación C: Nuestros amigos P. y R. vinieron hace unos días atrás a pasar el fin de semana largo del 9 de julio con nosotros. Fuimos a Paso de la Patria, la pasamos bárbaro a pesar del mal tiempo. Hace un par de días llamaron y nos enteramos que el 13 de julio (apenas unos días después) fue el cumple de P. No sé si hablamos de eso, de la proximidad de su cumple. No sé si él comentó que en unos días cumplía años. Hay una laguna en mi cabeza que no recuerda haber mantenido esa conversación. La cosa es que nunca lo saludamos. Pero hoy seguro se recibe, porque hoy rendía la última, aprovecho, lo escribo y lo felicito, porque seguramente en un rato se me olvida.
Situación D: Llevo compradas aproximadamente 10 cintas adhesivas en lo que va del año. Las ocupo una vez y jamás puedo volver a encontrarlas, en cada ocasión me concentré y dije: ojo, la guardo acá así la próxima la tengo a mano. Me resulta imposible recordar cual era ese lugar tan práctico. Intérnenme!
Situación E: Cada vez (y créanme que son muchas) que me enfrento a los signos <> debo hacer un esfuerzo titánico para saber cual es el mayor y cual el menor. Lo triste es que me inventé hasta historias relacionada a lo cóncavo y lo convexo para que me auxilien de ayuda memoria y tanto esmero sólo sirvió para que ahora dude también de las curvas.
y….son más, muchas más. Tantas que podría completar el abecedario.
4 comentarios:
Lo de los signos es fácil: el chico se come al grande, el grande pincha al chico.
Buena, elemental! voy a probar tu fórmula y te cuento como me va.
Primer comentario tuyo, has salido de las tinieblas de los leoymevoy, al menos para este blog.
Saludos
Me ha pasado eso de esperar la repetición. Lo de las lagunas, para qué, las tengo desde que nací.
Y lo de los signos es fácil: es un signo igual, pero del lado en que se juntan los palitos, está el menor (si no lo veo así, no lo entiendo y pongo mal, seguro).
Fender, vos también esperaste repeticiones ao vivo? Alivio, mal de muchos...
Veo que al igual que elemental, tenés también tu estrategia con los signos. Ya estoy aplicando la de elem, y para asegurarme refuerzo con la tuya. Gracias!
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