Un día como hoy, pero hace exactamente un año, yo descubría medio borracha por la anestesia, una nueva dimensión del amor, diría su mejor versión.
Me acuerdo clarísimo, su carita toda hinchada con ese gorrito a rayas, rosa, un duendecito! hermosa! nuestra!.
Enseguida la acostaron conmigo, para que le de la teta, yo algo nerviosa y ella, de lo más natural, se acomodó, se prendió y a mi…..bueno, a mi se me paralizó el corazón de amor.
Por influencia de las películas, o de lo que a uno le cuentan, me supuse llorosa y contracturada, una escena típica del canal Hallmark. Pero no, fue todo tan sereno, tan íntimo, tan perfecto que ni lágrimas.
Desde hace un año, me programo priorizándola y no me figuro haciéndolo de otra manera. Confieso, definitivamente sorprendida, que todo lo que encaro ya no tiene como propósito probarme y aprobarme, no, resulta que ahora intento convertirme en algo de lo que ella se sienta orgullosa, exactamente eso, orgullosa, como yo cada vez que me cuelgo mirándola, descubriéndola extrovertida, personal, audaz……bah!!, una india.
Un día como hoy, decía, una combinación de profundo amor, valentía, azar, contención, ciencia y varias voluntades haciendo fuerza porque todo salga bien, ajustaban el sentimiento más absolutamente irreversible que haya podido ambicionar, una conmoción traducida en un trueque: mi vida por sus sueños cumplidos, su complicidad y su sonrisa.
Me acuerdo clarísimo, su carita toda hinchada con ese gorrito a rayas, rosa, un duendecito! hermosa! nuestra!.
Enseguida la acostaron conmigo, para que le de la teta, yo algo nerviosa y ella, de lo más natural, se acomodó, se prendió y a mi…..bueno, a mi se me paralizó el corazón de amor.
Por influencia de las películas, o de lo que a uno le cuentan, me supuse llorosa y contracturada, una escena típica del canal Hallmark. Pero no, fue todo tan sereno, tan íntimo, tan perfecto que ni lágrimas.
Desde hace un año, me programo priorizándola y no me figuro haciéndolo de otra manera. Confieso, definitivamente sorprendida, que todo lo que encaro ya no tiene como propósito probarme y aprobarme, no, resulta que ahora intento convertirme en algo de lo que ella se sienta orgullosa, exactamente eso, orgullosa, como yo cada vez que me cuelgo mirándola, descubriéndola extrovertida, personal, audaz……bah!!, una india.
Un día como hoy, decía, una combinación de profundo amor, valentía, azar, contención, ciencia y varias voluntades haciendo fuerza porque todo salga bien, ajustaban el sentimiento más absolutamente irreversible que haya podido ambicionar, una conmoción traducida en un trueque: mi vida por sus sueños cumplidos, su complicidad y su sonrisa.