miércoles, 15 de abril de 2009


Mirá, puede estar todo bien, re bien, perfecto. Puede pintar un día normal y tranquilo, sin sobresaltos te diría. Y si así se presenta, no tendría razón para cambiar.
No tendría, pero cambia.
Si hermano, es ley. Si la pelotudez se mete en el medio, si a algún retardado se le zafa la cadena y queda pedaleando su bobera en falso, dale que dale sin ir a ningún lado. Convencido, encima, que va rápido y es un As. Curuchet, ponele. Un boludo importante, bah. Entonces, da un vuelco tu día, de 360º masomeno ,y quedás echando humo por la nariz, con cara de trastornada y unas ganas desquiciadas de arrancarle los dientes con una tenaza, uno por uno. Tomá enfermo!. Para abrochar la toma, un tongazo en el medio de la frente, con lo más contundente que tengas a mano. Si, la tenaza estaría muy bien. Pum!, volá!.
Ay! Si yo tuviera una tenaza, el desssssasstre!
Menos mal.