De puño y letra

Y si, es cierto que aquellas mujeres que utilizan términos tales como: holis, porfis, chiquis…..y demás, me provocan un trompazo en el medio de la jeta.
Tamién admito que las parejas que dialogan adornando cada oración con motes del tipo: gordi, papi, bebu, pitu….. y variantes, creo que merecen la horca.
Mismas penurias para los sujetos que alternan un: boludo, viejo, chabón, papá, titán, mostro….y otras aberraciones, esos más bien exigen bozal. Al igual que los burros abusadores que se pasan de eses, como ejemplo: vistes, quedastes, comprastes, fijastes….y otros yerros. Hasta acá mis problemas con lo mal-hablado.
Pero, con lo escrito el tema es más grave, la cosa supera esos arranques homicidas.
Yo una vez dejé un novio porque escribió gansadas con birome en un pato de cerámica de mi vieja, con otro muchacho la cosa ni siquiera prosperó cuando vi las espantosas pifeadas ortográficas en sus mails, pero al que no solo le di el raje (y nunca he vuelto a saber de él) sino, que con gusto habría despellejado vivo, fue a ese que con un año de relación y en plena crisis, alucinó con recomponer las cosas enviándome una carta que en el destinatario decía:
Licenciada XXX XXX,
Calle XXXX 1155,
Corrientes, Argentina
Para completarla, en el remitente antepuso a su nombre un abominable Med.Vet.
Con lo escrito, decía, la cosa empeora porque traspasa lo espontáneo, se me entrevera con las relaciones afectivas, y queda ahí indeleble ante mis ojos. Con lo escrito, insisto, no puedo excusarlos con los modismos, la comicidad, las tonadas o el apremio al hablar.
En estos casos mi delito, consiste en enterrar con vida a alguien bajo toneladas de indiferencia, por una trasgresión minúscula y conciente de que para eso no hay prisión.
Ya lo seeeee….ya lo seeeeee….adivino lo que estas pensando…..el problema es íntegramente mío. Pero, como me desquician este tipo de boludeces!!
He dicho carajo!.