lunes, 8 de septiembre de 2008

Querida hija:

luego de ver imágenes de lo sucedido en el abasto este fin de semana me he decidido a escribirte esta detallada misiva, con la única intención de señalarte mi postura con suficiente antelación. Vaya el "cante pri" antes de que los arrebatos adolescentes te nublen el entendimiento y te rebeles desafiante, convencida de que te odiamos y sólo queremos hacer de tus días un tormento monótono.
Corazón, si de aquí a unos años la vida te sorprende en medio de una escaramuza delirante porque decidiste formar parte de alguna de las denominadas “tribus urbanas”, léase: emo, flogger, cumbio, o los otros perturbados esos que se copan mal con el Animé y el Manga, quiero que sepas que no me verás preocupadísima frente a las cámaras de televisión pidiendo que te devuelvan a tu hogar en la puerta de alguna comisaría defendiendo tu libertad de expresión.
Iremos a buscarte, si, montados en el Ford Galaxy que seguiremos teniendo porque tu madre eligió una carrera poco rentable y tu padre será un deportista retirado y, sumado al bochorno que te provocará que todos te vean abordar nuestro barco infame, te traeremos a casa sin emitir sonido, de ningún tipo, para aplicar toda la sabiduría aprendida de nuestros padres.
Hija, aunque te parezca un comportamiento antediluviano meteremos tu cabeza bajo la ducha fría reiteradas veces, hasta que la idea se te quite, tal como lo hacían tus abuelas. La una con tu padre cuando lo pescaba escondido morfándose los mejoralitos que afanaba del quiosco y la otra con tu tío G. cuando se tiraba al piso y convulsionaba porque no quería usar medias con costuras o despotricaba alienado porque el dulce de batata no tenía el mismo tamaño que el queso.
Entonces, amor mío, con esto quiero que entiendas que ya hubo gente en esta familia que intentó llamar la atención con actitudes chifladas y ante dichas excentricidades tus amadas abuelitas, que hoy te parecen tan inofensivas, aplicaron psicología correctiva de alta escuela, con una concomitancia etológica francamente sorprendente.
Yo soy portadora de la misma paciencia, uní los puntos y hacete el dibujo.
Listo.
Te ama.
Mamá

1 comentario:

Cassandra Cross dijo...

jejeje

todo un mensaje para las futuras generaciones, milady.

Chapeau!