martes, 10 de junio de 2008

Contame-que-te-cuento

Yo, cuando te cuento algo, siempre me empeño más en que te rías/asombres/impactes que en ser fiel practicante de la verdad con estudiada exactitud, eso me resulta deprimente.
Sospecho que muchos hacemos lo mismo, todavía es hipótesis pero va camino a ley. Probá juntarte con amigos, picada y vino de por medio, y pónganse a hablar sobre lo que les pasó durante la semana, sin condimentos ni guión, sin permitirle algún desliz a la imaginación. Probá y contame, -que vuelva “Dinámica Rural”!!!! vas a suplicar. Cualquier cosa va a ser un programón antes que reunirte a dar parte, o enterarte por boca de otros, como la realidad, así toda cotidiana e iterativa, te va gastando los días en una existencia en la que, si no le ponés un toque de asombro aunque sea inventado, se convierte en un fastidio de minutos que se hacen horas, que se hacen días, que se hacen años…..que se hace fin, y chau che!
A ver, no voy y te miento intencionadamente, solo recargo y dramatizo todo lo necesario como para lograr, como mínimo, un agrandamiento de ojos o, en el mejor de los casos, una carcajada del oyente de turno.
Le pongo un empeño notable, lo adorno con comentarios, te infiltro sobrenombres o acotaciones que lindan con el hecho en sí, aunque muchas veces no tengan nada que ver, sólo operan como un recurso más. Te actúo si es necesario, incluyo en el combo: actitudes exageradas, lamentables imitaciones y gestos impostados. Por supuesto muchas veces me ridiculizo a expensas de una tertulia amena. Y lo más importante: me lo creo, esto es fundamental.
Viste El Gran Pez? Bueno, yo también. No tan, tan así pero.....por ahí va la cosa.
No considero que sea una actitud deshonesta de mi parte adornarte las circunstancias, estoy convencida de que en este jueguito que llamaremos contame-que-te-cuento, todos sabemos las proporciones de realidad y ficción que se manejan. Existen reglas tácitas, de las que, por supuesto, no se hablan, pero que todos aceptan a cambio de pasar un buen rato. -Mentime que me gusta. -Dale, contate algo que le haga juego a esta noche y maridaje al tinto!. Lo mejor que te puede pasar, sin dudas, es un grupo de oyentes que sepan jugar. De ahí en más, relajar y que fluya.
Con amigos de hace muchos años es cuando la táctica se pone a prueba y logra un refinamiento extraordinario. Nos contamos una y mil veces lo mismo, para reírnos siempre como si fuera la primera vez. Todos advertimos que en cada ocasión se agregan o suprimen detalles, pero también somos cómplices y sabemos jugar. Jamás interrumpe alguno para decir: “-eeeee, pero eso no era asi!” o peor “-mentiiiiira”. A ése se lo amonesta con la mirada y se lo ignora el resto de la noche por pelotudo, ése es un gil que no entiende nada. Si quiere verdad inalterable que jure sobre la Biblia antes de narrar con detalle la cola interminable que tuvo que hacer en el Rapipago.


Bueno, ahora bajo un cambio y me anticipo a todas las ánimas que me padecen de cuerpo presente en el día a día, amigos y parientes que desfilan ocasionalmente por este blog, sé que vendrán sublevadas a intimarme, desafiándome a que detalle también lo amarga y áspera que puedo ser a veces. Que me deje de hacer la festiva, que ésta fábula no la adorne, porque en ocasiones….. no dá!. Eso me van a decir.
Me adelanto entonces, aprovecho y te confieso que mi trance chispeante, la faceta esta de Show-Woman se da, exclusivamente, en contextos en los que me siento cómoda, bien dormida, sin calor y con la panza llena.

Ves lo que te digo, si te pinto todo objetivamente, sin dobleces ni ficción, se rompe el hechizo, me revelo previsible y todo pierde sentido. Hasta la insolencia esta de tener un Blog que no trate absolutamente de nada.

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